Don Sixto Palavecino y su violín , estuvo presente en la nota dedicada a la Institución “Alero Quichua Santiagueño” del día 17/3/2021, aunque la Revista Folklore en su Nº 56 (26/11/1966) lo muestra junto a sus hijos en otra faceta de su talento musical.
En las crónicas del Festival de Cosquín de 1981 , se lee que actuó en la noche de clausura. Revista Nº 313. (Febrero 1981)
En el año 2008 Marta G. Terrera editó un libro , con una larga entrevista al violinista santiagueño:” Respiro quichua y música desde mi madre” dice el subtitulado.
Otro enlace para conocer más acerca de su vida y obra.
Sixto Palavecino, defensor de la lengua quichua y de la cultura santiagueña | Ministerio de Cultura
De José Vicente Cidade, al que llamaron “El zorzal misionero” se publicó poco en la Revista y eso que el violinista y compositor nacido en Posadas dejó un importante legado musical.
En esta nota del Diario El Territorio en el año 2005 con motivo del fallecimiento del músico se pueden leer aspectos de su vida
Misiones despedirá hoy a su gran poeta y músico | EL TERRITORIO noticias de Misiones.
Había nacido en 1930 y fue en su adolescencia, cuando en Buenos Aires estudió violín y con 19 años compuso con su hermano Ramón “El Mensú” que tantos éxitos recogió.
Durante algunos años impulsó la Peña el Hormiguero de la calle Charcas y C. Pellegrini .
En Folklore Nº 130 (27/9/1966) se informaba del primer aniversario de la popular Peña; En la foto Marian Farias Gómez cantando y el violinista Fernando “Matus” (¿hermano de Oscar? )
Y en la Revista Nº 226 (Octubre de 1973) aparecía la noticia que Vicente Cidade trasladaba la Peña a la localidad de Paso del Rey que llamaría “El Hormiguero del Rey”.
Afortunadamente por gentileza de Karoso Zuetta, Nerina y Eva Luna podemos escuchar su violín en 6 galopas inolvidables
También en la Pagina de la Fundación del Chamamé se pueden leer datos de su vida y escuchar su violín en tres de sus obras; ” Zorzal tempranero”, “Costera” y la ya nombrada “El Mensú”.
Fundación memoria del Chamamé (fundacionmemoriadelchamame.com)
Cuenta Atahualpa Yupanqui en su libro “El Canto del viento” que se publicara inicialmente por capítulos, en la Revista Folklore, sus inicios en la música estudiando violín. Folklore Nº 21 (3/7/1962) (Capitulo 2)
Divagaciones al márgen
“LA HISTORIA QUE PUDO SER…. PERO AFORTUNADAMENTE NO FUE”
Héctor Roberto nació en Campo de la Cruz ,partido de Pergamino, en 1908 .
Cuenta él mismo que vidalas y cifras que tocaban sus padres y sus tíos estuvieron presentes desde las primeras horas de su nacimiento.
La gente de campo, los estibadores por ejemplo que se reunían en torno a un fogón amistoso y su canto concentrado y serio, tenían un magia especial para el niño.
La ansiedad del canto crecía en él.
Contaba Héctor: “De noche escuchaba a alguien que silbaba mientras desensillaba un caballo…Siempre algún aire de la tierra…nunca ajeno al paisaje “. Cualquier paisano que tarareaba por allí recordando un estilo, una vidala..Eso me trabajaba adentro.
Esa tozuda vocación musical logra finalmente eco en Don José quien decide enviarlo estudiar…violín en una capilla de Roca donde oficia un sacerdote catalán , el Padre Rosáenz de quien se dice que aunaba también virtudes de violinista y jugador de truco.
Héctor tenía 6 años cuando empieza a solfear redondas , blancas y negras con esmero y vocación.
El Sacerdote catalán, aunque de formación académica, comprende totalmente la vocación del niño por los ritmos populares de la tierra y es así que lo estimula para que con el difícil instrumento, pueda interpretar chacareras, gatos y zambas y vidalitas, aunque modifica su innata tendencia a tocar con la mano izquierda convenciéndole a que tome el arco con la derecha y digite con la izquierda, tal como se ve el foto que acompaña la nota.
Con el tiempo Héctor Roberto se consolida como una virtuoso del violín, que lo acompaña durante toda su vida hasta su muerte en Nimes (Francia) en 1992.
De todos conocido, es el famoso poema que le dedica a los sencillos “violineros” del monte y al instrumento que tanto amó.:
Violinista de los campos
músico humilde del cerro.
Como llora tu violín
eternizado en el viento.
Quién sabe si muchas veces
tu violín no tendrá miedo
de quedar solo en el campo
bajo la luz del lucero.
Violinista, poeta , y escritor llevó a todos los escenarios del mundo los ritmos folklóricos argentinos y es aún hoy día un misterio sin resolver cómo pudo Héctor Roberto interpretar con su violín, no ya solo vidalitas , gatos y zambas sino también la milonga pampeana ¡!!!! ……y otros ritmos sureños, como si de una guitarra se tratara hasta tal extremo que ningún otro violinista folklórico ha podido imitarlo hasta el momento, en el difícil arte de simular un bordoneo con las técnica del pizzicato o de la “cuasi chitarra” ….., ni siquiera Peteco Carabajal.
Héctor Roberto por todo lo dicho , siempre estuvo agradecido a su primer maestro de violín el Padre Rosáenz ..
En la foto el famoso violinista folklórico argentino en unos de sus recitales en París.